viernes, mayo 29, 2009



PREMIO NACIONAL OLINTA ARIOSA PARA LOS BIBLIOTECARIOS ESCOLARES EN CUBA.





A propuesta de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI) se instituyó a partir del 14 de abril de 2004, el Premio Nacional “Olinta Ariosa” a bibliotecarios escolares con una trayectoria destacada.

OLINTA ARIOSA MORALES 1921-1999

Nació en Zulueta, Municipio de Remedios, en la antigua provincia de Las Villas en 1921. Hija de madre maestra y padre administrador del antiguo central azucarero San Agustín. Realizó sus estudios primarios en su pueblo natal y en el Instituto de Segunda Enseñanza de Remedios sus estudios de Bachillerato. Estudió la especialización de estudios lingüísticos literarios en la carrera de Filosofía y Letras de la Facultad del mismo nombre de la Universidad de La Habana, en la década de los 40.

En 1952 regresa a La Habana a “buscar trabajo y nuevos horizontes” por lo que se matricula en la Escuela de Bibliotecarios que funcionaba como una escuela anexa a dicha Facultad. Se gradúa de esos estudios en 1953.

La desfavorable situación política, social y económica imperante en aquella época y la falta de bibliotecas, provocó que tampoco, una vez graduada como bibliotecaria, pudiera encontrar trabajo aunque sí se abrieron “nuevos horizontes” a sus inquietudes intelectuales y profesionales cuando constata las posibilidades de desarrollo personal y social latentes en la profesión bibliotecaria.

Sus primeros trabajos profesionales los realiza en forma voluntaria junto con otras compañeras de estudio, bajo la orientación del conocido bibliotecario argentino Carlos Victor Penna, en aquella época experto en bibliotecas del Centro Regional de la UNESCO para el Hemisferio Occidental que residía en la Ciudad de La Habana. Resultado de esos esfuerzos se pudo establecer una biblioteca escolar en la Escuela Primaria Superior No. 2 del Distrito Escolar de Marianao, que resultó pionera de esos servicios en Cuba.

Siempre en búsqueda de nuevos horizontes y un mundo mejor, al igual que muchos jóvenes de su generación, realizó actividades revolucionarias que provocaron que fuera puesta en prisión en 1955 por las fuerzas represivas de la tiranía batistiana.

Con la conquista del poder de la Revolución Cubana en 1959, comienza a trabajar en la organización y puesta en marcha de la Biblioteca Municipal de Marianao y en 1962, es nombrada Directora del Departamento de Bibliotecas Escolares del Ministerio de Educación. En dicho Departamento realiza una labor fundadora de esos servicios en Cuba, tanto en los aspectos administrativos como científico metodológicos. Allí se rodea de jóvenes profesionales y se convierte en una verdadera maestra y formadora de cuadros, rasgo este que va a ser distintivo de su actividad durante el resto de su vida profesional.

En esa misma época imparte clases de Bibliología en la Escuela de Bibliotecarios de la Universidad de La Habana, hasta 1965.

Pasa a la Dirección del Instituto de Documentación e Información Científico Técnica (IDICT) de la Academia de Ciencias de Cuba, en 1972. Su labor allí se destaca por haber echado los cimientos de la modernización de los servicios de información en nuestro país con la introducción de la enseñanza de las nuevas técnicas de procesamiento y adopción de lenguajes informativos, la publicación de textos y los primeros intercambios con bibliotecarios de otros países.

Al crearse el Ministerio de Cultura, en 1976, es llamada a ocupar la Dirección de Bibliotecas cuyo objetivo de trabajo era el desarrollo científico metodológico de las bibliotecas públicas del país. Se da un enfoque sistémico a esa actividad, se perfecciona la estructura de la base administrativa, se introducen nuevos enfoques de los procesamientos bibliotecológicos, así como de los servicios entre los que se destaca las mini-bibliotecas. Se inician las investigaciones de la actividad bibliotecológica y se fortalecen los encuentros y jornadas bibliotecarias.

Fue iniciadora e introductora de la alfabetización en Braille para los ciegos y débiles visuales a través de la creación de salas y servicios especializados para este tipo de usuario en las bibliotecas públicas del país.

Durante ese período se introduce el concepto de las diez instituciones culturales en cada municipio del país entre las que la biblioteca era pilar básico. Se realiza una fuerte relación de intercambio profesional internacional. Durante esa época funge como Directora de la Biblioteca Nacional José Martí.

Se empeña en la creación de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI), en la década de los 80, de la que fue fundadora y primera presidenta al tiempo que propició y presidió la asistencia de la primera delegación de bibliotecarios cubanos, a una Conferencia de IFLA en Manila en 1980.

Su dedicación, su trabajo y entrega fueron reconocidos con varias distinciones y condecoraciones tales como el Sello Bachiller y Morales que otorga la Asociación Cubana de Bibliotecarios y la Distinción por la Cultura Cubana que otorga el Ministerio de Cultura.

Han recibido el Premio Nacional “Olinta Ariosa” las bibliotecarias escolares siguientes:
2005. Juanita Leonida Bello Hernández. Metodóloga Provincial. Las Tunas.
2006. María Emilia Martínez Piña. Metodóloga Provincial. Cienfuegos.
2007. Ramona Batista. Metodóloga Provincial. Villa Clara.
2008. María de los Ángeles Martín Miranda. Bibliotecaria Escolar.
Escuela Primaria Ignacio Agramante. Municipio Banao, S.Spíritus.

Por: Mercedes Alfonso Chomat